La pintura, la escultura y la grafía son fascinantes asì como la luz y las imágenes que forma.
Lo sabìan bièn los antiguos sacerdotes que soplaban y fregaban color en forma de animales sobre la roca de las galerìas profundas de la tierra.
El alma de los animales era capturada y quedaba una riqueza común para siempre.
Era el concepto de la eternidad.
Aquello que es imposible se transforma en real, convierte el encanto en la luz que dà forma a todo.
La pintura, desde un inizio hasta los años Cuarenta, ha tenido un percorso linear, un aumento de perfecciones: social, religiosa, poética, filosófica e histórica.
Es como si el hombre durante el tiempo hubiera decidido que la magia de la imàgen, junto al sonido y a la palabra escrita, pudiera crear un fino diafragma que regala belleza a seres asustados de frente al temor por un espacio infinito y a un Dios percibido.
Todo èsto ha sido sacudido repentinamente por los eventos históricos. El camino de las artes hilo de Ariadna que hace visible lo invisible y amortigua el temor de lo desconocido, es como si se hubiera cortado sin ninguna posibilidad de regreso.
Las competencias técnicas, patrimonio heredado, estaban desaparecidas, las imàgenes sustituidas de formas y soportes ùtiles para entablar discursos oscuros, privos de poesía y provecho para el humano.
Al máximo se trata de embellecer con gusto arquitectónico las ciudades, decorando.
Los nuevos decoradores se juntan para darse ànimo y la arrogancia està a niveles extremos.
Cuando comencé a pintar practicamente encontré el vacìo y la información de los medios de comunicaciòn era muy limitada - tenía 18 años cuando en una visita escolástica vì mi primera muestra en el museo del Palacio Real de Nàpoles - entonces no teniendo posibilidades tuve que iniciar con poquísimos medios y escasos soportes iconográficos y tratar de reanudar un hilo con un pasado, hasta ese momento solo advertido.
No habían maestros: estaban todos o muertos o arrinconados en un àngulo.
Nos quedamos sin referimientos.
Hice ese poco que un artista esquivo y apartado podía permitirse hacer entre los espacios en medio del enseñamento.
Me propuse dar a mi pintura èste rasgo principal: me dije que debo pintar en modo que todos la comprendan, permitiendo diversos niveles de lectura. Permitir que el hombre privo de medios específicos en el campo del arte asì como el hombre rico de conocimientos puedan leer y sentir la energía del color o del señal. Espero que todos puedan acercarse a la obra para encontrar en ella aquel significado que mejor se adapte a ustedes.
Fiodor Dostoevskij
Franz Kafka
Giuseppe Ungaretti
Isidore Ducasse
Emilio Gentile
Luigi Pirandello
Mario Untersteiner
Robert Graves
Salvatore Quasimodo
Thomas Mann
William Shakespeare
Capillas arcàicas en barro
Escultura Griega del perÌodo severo
Kore e Kouros
Escultura etrusca
Mater Matutae di Capua
Arquitectura romana
Scultura romana
Pintura romana
Lo smalto dei Della Robbia
Giotto e i giotteschi
Gentile da Fabriano
Beato Angelico
Paolo Uccello
Filippo Lippi
Piero della Francesca
Pietro Perugino
Piero di Cosimo
Antonello da Messina
Andrea Mantegna
Cosmè Tura
Giovannni Bellini
Rosso Fiorentino
Jacopo Pontormo
Parmigianino
Lorenzo Lotto
Bronzino
Vasari
Tintoretto
Antonio Van Djck
Lo Spagnoletto
Rubens
Rembrandt
Sebastiano Ricci
Giovanbattista Tiepolo
Ingres
De Nittis
Seurat
Degas
Il Doganiere
Medardo Rosso
Aristide Sartorio
Modigliani
De Chirico
Morandi
Chagall
Chagall disegnatore
Mario Sironi
Casorati
Campigli
Marino Marini
Benvenuto Succi
Augusto Perez
Pietro Cascella
Si la naturaleza ès la ley, cada vida ès un fragmento.
Rubì, matrìz de vida necesaria para el todo.
Si el tiempo es un niño que juega, que juega con las fichas: el reino de un niño B52 hace eterno a cada momento y el lìmite ès solo una convención.
Es un juego dar color al cielo, abrillantar a las nubes y perseguir a los astros corredores.
Sonrisa adulta.
Inmòvil, en la acción del pensamiento, ir tras las imágenes tratando de conocer las reglas.
Todo escapa asì como todo se queda, forma antigua del cìrculo, donde el àngulo es siempre el mismo, comúnes en la periferia del círculo son el principio y el límite. B103
Verdad y locura, danza de inicio en el croar de las ranas.
Porquè rebuscar en la guarida del monstruo? Busca un estaño para observar.
Tambièn aquellos que duermen son artèfices y cooperadores del devenir del universo. B75
Presentes al juego, indiferentes a su suerte, participan sin actuar. Participan porque son.
Espectadores imparciales, gritan y rìen sin gritar ni reír en la luz de su mismo rigor.
A la nada no se le hace nada; es necesario cada fragmento.
Vive el fuego la muerte de la tierra. B76 calor de llama, ardor de rojo, cuando el alma rasgada, fija su ceniza.
El aire vive la muerte del fuego B76: lenguas de azul en el aire, corro de niños en el patio?
Todo sirve: tormenta y viento, sequedad y hielo.
El agua vive la muerte del aire, la tierra la del agua B76 bebe Tierra el llanto del Cielo y làgrima ès el movimiento entre las estrellas.
Gratitud e ira, fruto de violencia y de amor, hijos arrancados de la Tierra y airados con el Cielo.
Lo mismo es viviente y muerto, despierto y durmiendo, joven y viejo: pues esto al cambiar es aquello y aquello al cambiar es de nuevo esto. B88
Sepultura de niño, chapoteo de pies, lentos en procesión. Sonrisa complacida del viejo. La vida no es un privilegio concedido a los hombres del Destino. Bendada està la Diosa: privilegio ès ilusión.
Lo contrapuesto concuerda, y de las cosas discordantes se forma la más bella armonía, y todo se engendra por la ley de discordia. B8
En cada signo es la elección. Contendida en el pensamiento y en el gesto.
Victoria sublime en el acto.
No negar a la serpiente el gozo del Sol, ni al hombre la conciencia.
Considero que el mejor modo para interpretar una pintura sea la misma de siempre: ojo, corazòn y mente.
Es èsta la llave que nos dà màs conocimientos que cualquier otra preparaciòn acadèmica.
Y es èste el esquema que seguirè para hablar de un cuadro en el que he trabajado por un poco de tiempo.
El tema se centra en el Arcàngel Gabriel, un espìritu al comando de los omnipotentes àngeles que cuidan todo lo que existe.
Hay referencias de su existencia desde las civilizaciones conocidas que han reunido a grupos reducidos de hombres, hasta la llegada de las organizaciones actuales.
No hablarè de la pintura, de sus estilos, de los sonidos visivos, de las fusiones cromàticas o de los referimientos poèticos que acompañan a los desesperados estudios sobre la realidad. Una realidad que en fondo es solamente intuita.
Darè solo indicaciones ùtiles sobre algunos elementos representados en la composiciòn; fruto de varias investigaciones que se unieron entre si tal como lo hace el horizonte con el aire.
Hablarè de Gabriel (El Ángel que se respira), de los edificios, de las plantas, de la Madre, de las semillas, del estremecimiento que nos dà el cielo, del òrden simètrico de las cosas, que nos dejan cada vez màs atònitos.
Orden basilar, que algunos hombres capacitados exploraron con los instrumentos de la ciencia.
Gabriel, segùn una milenaria intuiciòn, es aquèl que nos ayuda a reflexionar sobre el arte, sobre la poesìa, sobre la mùsica y las ciencias. En pràctica, nos concede conocer la belleza por cuanto sea posible.
Él preside la formaciòn de las ideas y gobierna las aguas de quièn tiene que nacer.
En el idioma hebreo, Gabriel significa "Aquèl que està cerca de Dios", "És su fuerza". En la antiguo idioma egipcio “ka-vir-el” indica el deseo, el sentimiento expresado. És aquèl que gobierna el agua y todos los lìquidos de la tierra.
En la pintura, la imagen del Arcangel ès totalmente celeste, porque al cielo se le quitò el azul.
El Ángel celeste sostiene el inizio de la vida, aunque si la misma es eterna.
El nacimiento està representado en una forma femenina que transmite de las manos el calor. Se puede ver en su rostro la preocupaciòn de lo que està por venir.
La figura de mujer ès en parte una roca aguda, primordial y dorada.
El asno, como si fuera un “paredro” (una divinidad asociada), aparece por detràs de una capilla. Aquì està una florero dorado con lirios blancos. Los lirios, la diadema y el agua marina son los signo de reconocimiento del Arcàngel.
El asno, como paredro del àngel, es la imàgen terrestre; tambièn èl es, segùn los antigüos griegos, un garante de la vida, es un genio de las aguas, por lo tanto el agua, fuente de vida, regala fertillidad y fecundidad.
Para los cristianos, promulga la sabidurìa divina y difunde la grazia celeste.
Son un ejemplo de todos èstos las hermosas representaciones del èxodo de Egipto o de la entrada de Cristo a Jerusalèn.
En el fondo de la pintura estàn representados àrboles en medio a relajantes luces y sombras tènues. Los àrboles se elevan imponentes hacia el cielo, tienen raìces profundas dentro la tierra húmeda. Entre las ramas encuentran refugio las criaturas que se adaptan a sus cavidades. Éstas obteniendo alimento y descanso de la linfa que escorre en las curvas de sus numerosas ramas.
Los àrboles crean dos sendas, una hacia la oscuridad, la otra hacia la luz. La una representa el momento en el que la luz se apaga tragandose la conciencia. La otra va hacia la luz que ilumina, resplandece y tranquiliza; con la oscuridad, èsta, simplemente se desvanece, no ès màs.
En la oscuridad, de todos modos, està presente el comienzo de nuestra existencia.
“Solo la noche oscura revela a mis ojos las estrellas” (W. Whitman).
Uno de los ingresos lleva al otro, porque la oscuridad se transforma en luz y la luz en oscuridad, no un cìrculo, màs bièn una sìntesis.
Los dos edificios, la casa y el faro, tienen tonos ligeramente frìos al externo, mièntras al interno aparece una luz màs intensa: como si fueran las estrellas del firmamento. El faro tiene un interno apagado.
La casa, la capilla y el faro están construìdos con mùltiples puntos de fuga. La perspectiva de èstos edificios no coincide nunca en el mismo punto. Vagan libres en las dimensiones asì como la luz del faro que, siendo paralela y màs cercana a nosotros, se proyecta hacia el horizonte, màs allà de las copas de los àrboles.
Es una representación de la natura que no se puede discutir, simplemente porque fue representada, asì como nos aparece en ciertas pinturas hechas de nuestros antepasados.
En alto, en un cielo gris atravezado de tenues luces, he inserido un gràfico de la primera flor de los grupos de Sophus Lie que describe la base geomètrica y algebràica de la simetrìa sin confines del universo.
En la parte baja lado derecho, entre el faro y el manso asno estàn representados campos de grano llenos de vida.
Los sacerdotes de los misterios de Eleusi presentaban en una ceremonia una semilla de grano como si fuera una ostia en un ostensorio. Éste se contemplaba en silenzio.
El ostensión recordava el pasar de las estaciones y el cìrculo continuo de las ricas espigas de oro, la resurecciòn de la muerte.
El seno materno ès el seno de la tierra.
Asì es para el grano, los àrboles y todas las cosas que viven entre el cielo y la tierra.
No se conoce el origen del grano y tampoco el de la cebada, de la alubia o del maìz. Se pueden mezclar y mejorar los sabores y cualidad, pero no se ha logrado crear nunca ninguna de èstas plantas madre. De siempre son consideradas un regalo de los dioses.
Y el asno, sobre suelos inestables, àridos y rocosos, ha transportado siempre encima el grano recogido.